domingo, 18 de octubre de 2009

La bola de cristal del "Sr. Solana"

Al Sr. Solana se le han terminado los temas sobre los que "escribir".
Ahora haciendo gala de su maligna pluma, y haciendóse "vidente" lanza una acusación sobre las familias de los militares. Imperdonable.

Voy a citarle una frase de Platón, que le viene al caso:
"Sería yo verdaderamente un insensato, Calicles, si no creyera que en esta ciudad a cualquiera puede sucederle lo que sea. Sin embargo, estoy seguro de que si comparezco ante un tribunal con el riesgo de ser condenado a algo de lo que tú dices, mi acusador será algún malvado -pues ningún hombre honrado acusaría a un inocente-; incluso no sería nada increíble que se me condenara a muerte".

La acusación falsa se define mucho más por su intención, generalmente extorsionante, coactiva, difamadora, injuriosa, calumniosa, y en definitiva, calumniosa y chantajista, que por su falso pretexto penal. Es un error intelectual, más allá de lo incorrecto jurídicamente, centrar los esfuerzos analíticos sólo en los hechos que se acusan antes y más que en la intención del acusador, porque eso es lo que precisamente desea usted Sr. Solana: que sólo se hable de su acusación, sintiéndose inmediatamente ofendido e irritado ante cualquier duda o cuestionamiento de su "ilimitado" derecho a acusar.

Le ruego, rogamos, hable de temas de los que tenga la certeza absoluta y no lanze al aire puñales y tonterías sin mirar a quién puede dañar.
Utilize su pluma y no su oráculo.
En bien de todos.

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